Donación altruista de sangre en el mundo

La donación voluntaria, habitual y no remunerada de sangre es un pilar esencial de los sistemas de salud modernos que protege vidas, garantiza intervenciones quirúrgicas seguras, tratamientos oncológicos y programas de atención materno‑infantil. A pesar de avances relevantes, existe una distribución desigual de donaciones y persistentes brechas organizativas que limitan el acceso oportuno a sangre segura en muchas regiones del mundo.

Situación global: datos clave y tendencias

  • Volumen mundial de donaciones: se registran alrededor de 118,5 millones de donaciones de sangre al año, con una concentración notable en países de renta alta que aportan el 40% de las donaciones pese a albergar solo el 16% de la población mundial.
  • Tasa de donación según nivel de renta: la tasa media por 1 000 habitantes llega a 31,5 en países de ingresos altos, 16,4 en países de ingresos medianos altos, 6,6 en medianos bajos y 5,0 en países de ingresos bajos.
  • Tendencia hacia la donación voluntaria: entre 2008 y 2018 hubo un aumento de 10,7 millones de unidades procedentes de donantes voluntarios no remunerados; sin embargo, en numerosos países más de la mitad del suministro proviene aún de familiares, allegados o donaciones remuneradas en periodos previos, lo que evidencia la necesidad de consolidar bases de donantes regulares.

Situación en Latinoamérica: avances y retos actuales

  • Recuperación y crecimiento postpandemia: la región de las Américas registró 9 212 861 unidades recolectadas en 2023, un aumento del 15,5% respecto a 2020, reflejando la recuperación del suministro y el impacto de campañas nacionales y colectas móviles.
  • Aporte y desigualdad regional: Brasil, México, Colombia y Argentina concentran cerca del 75% de las donaciones totales en la región, lo que revela una alta concentración en pocos países grandes y brechas entre países medianos y pequeños.
  • Donación voluntaria en la región: en 2023 el 56,8% de las unidades recolectadas en la región provinieron de donantes voluntarios, lo que muestra progreso pero todavía lejos del objetivo del 100% de donaciones altruistas y regulares.
  • Indicadores de cobertura: la tasa regional promedio es aproximadamente 16 donaciones por 1 000 habitantes, con 13 países por debajo de ese promedio y 10 por encima, y con deficiencias en sistemas de hemovigilancia y coordinación entre centros de recolección y procesamiento.

Principales desafíos que deben enfrentar los sistemas de sangre

  • Fragmentación y gobernanza: multiplicidad de centros de recolección y procesamiento que generan duplicidades, ineficiencias logísticas y costos elevados para el sistema sanitario regional.
  • Base de donantes regulares insuficiente: dependencia de donaciones de reposición o familiares que deja a los bancos de sangre vulnerables frente a fluctuaciones de demanda y crisis sanitarias.
  • Brechas en seguridad y vigilancia: implementación desigual de programas de selección de donantes, pruebas de cribado y hemovigilancia, y variabilidad en la legislación y las guías nacionales sobre transfusión.
  • Desigualdad poblacional y demográfica: en países de bajos ingresos un mayor porcentaje de transfusiones se concentra en niños menores de 5 años, mientras que en países de altos ingresos las transfusiones se destinan más a adultos mayores, lo que requiere estrategias adaptadas por contexto sanitario.

Papel y responsabilidad de los profesionales de la salud

  • Educar para aumentar la confianza: profesionales de la salud pública, médicos, enfermeras y técnicos de laboratorio deben liderar campañas basadas en evidencia para desmitificar la donación, explicar criterios de elegibilidad y disipar miedos infundados. La comunicación debe ser clara, culturalmente adecuada y dirigida a audiencias vulnerables y a donantes potenciales recurrentes.
  • Promover la donación habitual: diseñar y evaluar intervenciones que favorezcan la retención de donantes regulares, como programas de fidelización, recordatorios y facilidades logísticas para donar en horarios y lugares accesibles.
  • Integrar la donación en la atención primaria y comunitaria: incorporar mensajes sobre la importancia de donar sangre en consultas prenatales, programas escolares, atenciones crónicas y campañas de salud pública para normalizar el gesto altruista.
  • Fortalecer la cooperación interinstitucional: trabajar con autoridades sanitarias, bancos de sangre, organizaciones comunitarias y empresas para organizar colectas móviles planificadas y sistemáticas que reduzcan la dependencia de donaciones de reposición.
  • Capacitarse en seguridad transfusional: asegurar que el personal clínico y de laboratorio esté formado en selección de donantes, cribado serológico y gestión de hemoderivados, y en principios de hemovigilancia para detectar, notificar y corregir eventos adversos relacionados con la transfusión.

Llamado a la acción

  • Priorizar políticas públicas que garanticen sistemas nacionales de sangre organizados, con marcos normativos claros, redes de distribución integradas y programas de hemovigilancia robustos.
  • Invertir en campañas sostenidas de educación comunitaria lideradas por profesionales de la salud para aumentar la base de donantes voluntarios, habituales y no remunerados, con especial atención a grupos demográficos subrepresentados.
  • Fomentar la colaboración regional para compartir buenas prácticas, armonizar guías técnicas y desarrollar plataformas comunes de formación y supervisión para servicios de sangre.
  • Movilizar recursos para mejorar infraestructura de bancos de sangre, fortalecer capacidad de cribado y garantizar acceso equitativo a sangre segura en contextos rurales y urbanos marginados.

Conclusión

La donación altruista de sangre salva vidas y fortalece la resiliencia de los sistemas de salud. Aunque Latinoamérica muestra avances significativos, la transición completa hacia sistemas basados en donación voluntaria, habitual y no remunerada requiere esfuerzos concertados en gobernanza, educación sanitaria y coordinación multisectorial. Los profesionales de la salud tienen un rol decisivo en educar, motivar y mantener a los donantes, y en promover políticas que garanticen disponibilidad, seguridad y equidad en el acceso a sangre para todas las personas.

Referencias

  1. Pan American Health Organization. OPS: Crece la donación voluntaria de sangre en países de América Latina y el Caribe, pero persisten desafíos. Washington, D.C.: PAHO; 2025 Jun 12.
  2. World Health Organization. Blood safety and availability. Fact sheet. Geneva: WHO; 2025 May 30.
  3. Consultorsalud. Donaciones voluntarias de sangre crecen en América Latina y el Caribe, pero desafíos persisten. Consultorsalud; 2025 Jun 13.
  4. World Health Organization. Global Database on Blood Safety: report 2018. Geneva: WHO; 2018.
  5. Pan American Health Organization. Access to blood for transfusion in Latin America and the Caribbean 2023. Washington, D.C.: PAHO; 2024.